Galbana


En este estado de "mañana, mejor" pasa el tiempo sin acordarme de este sitio donde yo escribía tanto y tan bien.

Es tan gordo el tema que, cuando he venido a verme me he dado cuenta de que tenía otros blogs más o menos cerrados y ni siquiera he sido capaz de acordarme de la contraseña para entrar, aunque nada más fuera que a borrarlos. Ya no me hacen servicio.

La cosa es que va García Márquez y se muere, el tipo. A la vez, una de mis retoñas se lee la Crónica de una muerte anunciada y yo empiezo a recordar la sensación tremenda que me producía leer a este genio que nos ha dejado medio lelos, medio cojos, totalmente huérfanos. Coño... si me oye Vargas Llosa me cruje y con razón. Entre otros.

Se nos mueren los genios y es una putada.
Voy a ver si me enrollo de una vez y le hago alguna que otra sustitución.

Me propongo firmemente recuperar el hábito terapéutico y altamente socializador de escribir con una frecuencia razonable. Ea.


Y que Gabo me perdone, de antemano. Pero hoy, con un par, he puesto el primer párrafo de los Cien Años de Soledad en la pizarra digital y mis chicos de diez años, leyéndolo en voz alta y por turno riguroso han flipao. 


HAN FLIPAO!! Y eso me ha hecho recuperar momentáneamente la fe en la Humanidad.

Venga.