Si nos remontamos a la noche de los tiempos, veríamos a una joven de unos veinticinco años fregando las escaleras como antaño, a cuatro patas, esponja, cubo, bayeta y esas espumillas que se ponían para no joderse las rodillas.
La particularidad es que esa joven está embarazada de nueve meses y no parece lo más adecuado dedicarse a ese menester. Pero antaño la mano de obra escaseaba, así que dejemos a la joven fregar las escaleras.
Dentro del hogar, el padre de la joven se lía un cigarrillo sin saber que dieciocho meses después estará muerto. Cáncer de pulmón.
La madre de la joven está quejándose. De cualquier cosa, es lo único que hizo en su vida.
La hermana de la joven arregla primorosamente su armario. No en vano tiene veinte años, está en la flor de la vida y piensa ir a dar un paseo después de misa con sus amigas. Para eso es domingo.
El marido se afeita en el cuarto de baño. Ha sido el último en levantarse... trabaja mucho, así que los fines de semana intenta desaparecer del mundanal ruido madrileño y sale por patas a refugiarse en casa de su suegra, que siempre, desde que murió su madre demasiado joven, hace ya demasiado tiempo, le ha tratado como a un hijo. O sea, lo ha cebado, que las mujeres Greenland sólo demuestran el cariño cocinando.
La joven fregona entra en la cocina-comedor-salón-salita de la casa de pueblo. La sigue el padre de su marido, que vuelve de pescar y trae media docena de truchas.
La joven rompe aguas sin pedir permiso ni nada.
La madre grita todo aquello de virgensantísima y tal...
El suegro de la joven se caga en su histeria y le dice que son las truchas, coño, que vienen directas del río.
El padre de la joven, navarro de pro y blasfemo de rancio abolengo suelta unas catilinarias, se caga en toda la cúpula celestial, la patena y otros adminículos litúrgicos, además de en la viga que sujeta la capaelcielo y se cala la boina... vámonos!!
La joven reclama a su hermana que le ponga unos rulos... no puede parir con ese aspecto.
La madre de la joven empieza a llorar... en su línea.
La hermana de la joven también llora... será porque se le ha jodido el plan del vermutito?
El padre de la joven, la madre de la joven, la joven y el padre del marido bajan las escaleras recién fregadas.
El marido da vueltas por la casa buscando la corbata. Un ingeniero no puede asistir al parto de su señora si no va convenientemente vestido, coño!
La hiposa cuñada le grita: la llevas puesta, gilipollas!!
Entre el SEAT 600 blanco del ingenierete y el milquinientos cojonudo del navarro, la elección es clara... a ver quién tiene pelotas de llevar la contraria al Navarro!
El médico del pueblo no quiere tener problemas con el papá de la joven, bruto él y con antecedentes de huesos rotos por un quítame allá un gol del Madrid. La envía a la capital de la provincia, y si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima. Se lava las manos como Poncio y aquí paz y después gloria.
A medio camino, una media hora, digamos, la joven cree morir... o parir. El papá Navarro de la joven le asegura que si pare en ese puto pueblo, coge a la criatura y la deja en la cuneta... los de ese puto pueblo son unos hijos de perra. APRIETA LAS PIERNAS, CHICA!! dice el papá de la joven. La joven obedece, como siempre.
El marido de la joven puede palpar sus testículos junto a la nuez.
Al acabar el accidentado viaje, el marido de la joven es destinado al fumadero.
La madre de la joven, a la capilla, junto con la hija pequeña.
El Navarro se entera de que la comadrona está felizmente comiendo en un restaurante de postín.
Va al restaurante.
Le quita el tenedor de la mano.
- Tira, Huete, que mi chica está de parto.
- Oiga!!
- Ni oiga ni hostias. O vienes o te traigo de los pelos.
La comadrona asiste a la joven en tacones, sin guantes, sin bata... a pelo, mismamente.
Una niña. A las cinco de la tarde, hora taurina que imprime carácter.
El abuelo materno dice que es preciosa.
El ya padre, con su corbata y todo, dice que es un escuerzo. Pero que prometió ponerle el nombre de su madre y lo cumplirá, aunque su madre era guapísima.
Aquella noche, de vuelta al pueblo, el joven conducía el milquinientos y se tragó un jabalí que estaba en la carretera. El abuelo materno volvió a proferir su sarta de cagamentos irrepetibles. La abuela materna lloraba, no se sabe muy bien si por el coche o por la boca diabólica de su santo. Que lo era, coño, que lo era. Y se lo llevó el puto tabaco a los dieciocho meses.
Bueno... que la niña era yo y que de todo esto hace hoy cuarenta y un años.
Con unos inicios tan movidos, creo que es bastante normal que mi vida sea un acelero continuo.
Y que cumpla muchos más.
La particularidad es que esa joven está embarazada de nueve meses y no parece lo más adecuado dedicarse a ese menester. Pero antaño la mano de obra escaseaba, así que dejemos a la joven fregar las escaleras.
Dentro del hogar, el padre de la joven se lía un cigarrillo sin saber que dieciocho meses después estará muerto. Cáncer de pulmón.
La madre de la joven está quejándose. De cualquier cosa, es lo único que hizo en su vida.
La hermana de la joven arregla primorosamente su armario. No en vano tiene veinte años, está en la flor de la vida y piensa ir a dar un paseo después de misa con sus amigas. Para eso es domingo.
El marido se afeita en el cuarto de baño. Ha sido el último en levantarse... trabaja mucho, así que los fines de semana intenta desaparecer del mundanal ruido madrileño y sale por patas a refugiarse en casa de su suegra, que siempre, desde que murió su madre demasiado joven, hace ya demasiado tiempo, le ha tratado como a un hijo. O sea, lo ha cebado, que las mujeres Greenland sólo demuestran el cariño cocinando.
La joven fregona entra en la cocina-comedor-salón-salita de la casa de pueblo. La sigue el padre de su marido, que vuelve de pescar y trae media docena de truchas.
La joven rompe aguas sin pedir permiso ni nada.
La madre grita todo aquello de virgensantísima y tal...
El suegro de la joven se caga en su histeria y le dice que son las truchas, coño, que vienen directas del río.
El padre de la joven, navarro de pro y blasfemo de rancio abolengo suelta unas catilinarias, se caga en toda la cúpula celestial, la patena y otros adminículos litúrgicos, además de en la viga que sujeta la capaelcielo y se cala la boina... vámonos!!
La joven reclama a su hermana que le ponga unos rulos... no puede parir con ese aspecto.
La madre de la joven empieza a llorar... en su línea.
La hermana de la joven también llora... será porque se le ha jodido el plan del vermutito?
El padre de la joven, la madre de la joven, la joven y el padre del marido bajan las escaleras recién fregadas.
El marido da vueltas por la casa buscando la corbata. Un ingeniero no puede asistir al parto de su señora si no va convenientemente vestido, coño!
La hiposa cuñada le grita: la llevas puesta, gilipollas!!
Entre el SEAT 600 blanco del ingenierete y el milquinientos cojonudo del navarro, la elección es clara... a ver quién tiene pelotas de llevar la contraria al Navarro!
El médico del pueblo no quiere tener problemas con el papá de la joven, bruto él y con antecedentes de huesos rotos por un quítame allá un gol del Madrid. La envía a la capital de la provincia, y si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima. Se lava las manos como Poncio y aquí paz y después gloria.
A medio camino, una media hora, digamos, la joven cree morir... o parir. El papá Navarro de la joven le asegura que si pare en ese puto pueblo, coge a la criatura y la deja en la cuneta... los de ese puto pueblo son unos hijos de perra. APRIETA LAS PIERNAS, CHICA!! dice el papá de la joven. La joven obedece, como siempre.
El marido de la joven puede palpar sus testículos junto a la nuez.
Al acabar el accidentado viaje, el marido de la joven es destinado al fumadero.
La madre de la joven, a la capilla, junto con la hija pequeña.
El Navarro se entera de que la comadrona está felizmente comiendo en un restaurante de postín.
Va al restaurante.
Le quita el tenedor de la mano.
- Tira, Huete, que mi chica está de parto.
- Oiga!!
- Ni oiga ni hostias. O vienes o te traigo de los pelos.
La comadrona asiste a la joven en tacones, sin guantes, sin bata... a pelo, mismamente.
Una niña. A las cinco de la tarde, hora taurina que imprime carácter.
El abuelo materno dice que es preciosa.
El ya padre, con su corbata y todo, dice que es un escuerzo. Pero que prometió ponerle el nombre de su madre y lo cumplirá, aunque su madre era guapísima.
Aquella noche, de vuelta al pueblo, el joven conducía el milquinientos y se tragó un jabalí que estaba en la carretera. El abuelo materno volvió a proferir su sarta de cagamentos irrepetibles. La abuela materna lloraba, no se sabe muy bien si por el coche o por la boca diabólica de su santo. Que lo era, coño, que lo era. Y se lo llevó el puto tabaco a los dieciocho meses.
Bueno... que la niña era yo y que de todo esto hace hoy cuarenta y un años.
Con unos inicios tan movidos, creo que es bastante normal que mi vida sea un acelero continuo.
Y que cumpla muchos más.
15 comentarios:
Mecagüentoloquesemenea. Eso es un parto y lo demás son morcillas fritas.
Con esa manera de venir al mundo, cómo no va a ser usted tan resalá, tan deliciosamente ácida y tan guapa, qué cohone.
Me ha dejado pasmado que seamos de la misma edad. Yo le echaba usted no más de 32. Si es que se conserva de bien...
Hala, a pasarlo de narices, a disfrutar un montón del fiestorro y, si no es mucho de pedir, a seguir tan joía como siempre.
Ah, que se me olvidaba, que muchas felicidades y todo eso.
Feliz cumpleaños, querida.
Pues mira, nunca me han contado mi historia.
Pero dudo mucho que se parezca a la tuya.
Dios, qué trajín.
Felicidades. Y sí, cumplirás muchos más.
Pues mira, estaba leyendo el post, absolutamente abducida, cuando pensé, esto tan bonito, tan real, y tan bien contado, tiene que ser parte de ella, sino es ella la prota, poco le falta. Y cuando acabé, respiré hondo, porque la verdad es que si tenemos los bemoles que tenemos, es porque esas historias nos han pasado-mutilado-devorado. Pero como tu eres como yo, incluso peor, mas burra... pues se que sabes que todo curte, y que para llegar donde hemos llegado, había que pasar por ciertos caminos empedrados con muy mala leche.
Te deseo un día precioso, que sepas que cumples el mismo día que mi exmarido...agggggggg, y que seas feliz, que ya te toca, y que sepas, que aunque ande por ahí, liada de curro, y liada de vida, siempre me acuerdo de ti, y te quiero mucho, el aprecio es grande, no puedo dejar de venir nunca.
Un beso fuerte, lo has contado magistralmente, parecía un trozo de cualquier obra de Quevedo, crudo, descarnado, irónico, y con mucho arte.
TEQUIEROFELICIDADES¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
¡Japi berdai for yu..! BIENNNNN
Me has tenido en un sinvivir. Ese realiti tan bien orquestado, o tiraba a real, o iba para tele5, o como relato rural de muchachada nui. No te voy a soltar el rollo de los mimbres y los cestos, pero con esos antecedentes, 41 Marzos sin catar el trullo es buena señal. Es más, pienso que en esta vida te libras.
Pues nada, artista. Mete unos tragos a tu salud, pero el cigarrito ni catarlo. Porque..¿Sigues sin fumar, verdad?
Besos
TANJA, me ha encantado la parrafada pelotillera a más no poder!!!
jua!!
Muchas gracias, y muchas veces, por favor!!!
Un besazo de coetánea (que se note que tenemos "voquilinario", oiga)
Muakassss :)
Gracias, querido COCO.
Un beso.
VIAJERA, yo no recuerdo nada, pero no me digas que no debe de ser cansadísimo nacer así, con tanto meneo, tanto tío (tantos hombres!!!)
Pregunta, mujer, seguro que te sorprendes!!!
Un beso, y ojalá sea cierto que cumpla más, siempre y cuando sea para vivir y no dar pol saco.
Un beso, guapa.
DELIRIUM, soy burra porque soy de pueblo, nieta del burro de mi abuelo navarro, buen tipo pero burrísimo.
Y a tu ex, con la venia, que se lo folle un pez, que tié la picha fresca.
Un beso, hermosa.
INSTI, tengo mis dudas... no me importaría echar un vistacito dentro del trullo... me planteé el año pasado la posibilité de abandonar a mis imberbes alumnos y adentrarme allí, a ver...
Sigo sin fumar, pero he pecado venialmente con caladillas. Pero me siento mal... no me quito el mono ni me siento orgullosa, así que se acabó.
Ni caladillas ni pollas. Vuelvo a la abstinencia, contigo, supongo, no???
Un beso y gracias por la felicitación y por ese INEFABLE estilo ortográfico que denota tu procedencia del norte de Scotland, o más.
Muakkkk :)
Sigo persiguiendo incautos fumadores en los semáforos para oler a rubio, pero desde hace mes y pico, nada ahumado. Ni salmón.
Besos
Cumpleaños feliz
Cumpleaños feliz
te desea Jardinera
Cumpleaños feliz.
Eres la leche Tormento, apuntando genio y figura desde antes de nacer.
Leerte es un placer, que lo sepas.
Besos de cava y nata,
Con muchísimo retraso, felicidades!!. Peculiar la historia, que tantas veces se habrá repetido... pero lo importante es que sus princesas tvieran seguro una llegada más armoniosa.
Qué cumpla muchos más.
Yo cumplí ayerrrrrrrrrrr
¡Que buena cosecha la de marzo!
Y sin tabaco...
Me encanta como juegas con las frases. Cortas, precisas, concretas… Geniales siempre, estupendas. Logras que se vea perfectamente la escena. Cuando describes me encantas. Un beso. Es una gozada leerte. Gracias.
d2
Felicidades, que llego tarde!!
Y un besazo, a ti, al navarro y al pueblo entero ;)
Ay, qué joven eres, Tormento, que acabas de llegar a los 41, en lo que yo ya llevo instalado varios meses :)
¿Y cómo es que teniendo a mis blogueros favoritos por lectores/admiradores he tardado yo tanto en venir a ver qué se cocía por aquí?
Pues que casi me lo pierdo pero ya no más, que si me acoges de buen grado yo empiezo a leerte desde ya porque me ha parecido la leche el relato y cuando ya encima veo que es autobiográfico pues ni te cuento!
Además que me he sentido identificada con tu santa madre, sólo porque estoy de 7 meses y por nada más! jjajaja... vamos que yo espero tener un parto menos movidito... pero sobre todo me ha dado mucha pena imaginarla agachada fregando, con lo que pesa el barrigón!
Enhorabuena por el relato.
Gracias a todos, queridos todos.
Ya sé que soy una pesá y que no escribo, pero es que para encontrar un minuto de paz tendría que comprárselo al diablo.
De este finde no pasa que me regalo un rato y pongo un alguito.
Besos variados y generosos para todo el mundo.
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