Soy de ese tipo de personas que lee, ve pelis, se pasa las horas muertas mirando un punto fijo dándole vueltas a cualquier cosa... vamos, que moverme, lo que se dice moverme, me muevo poco.
O mejor dicho, no me muevo lo suficiente como parecerme a la Charon Estón, o a la Mónica Beluchi y compañía.
Soy sedentaria y me eslomo ordenando mis cosas, cocinando para la Yeni y la Vane y comiéndomelo yo, disfruto comiendo, me engorda sólo pensarlo... pero lo del gimnasio, no sé si no tengo tiempo (que no lo tengo) o es que no me estimula enfundar mis lorzas y mis cartucheras en una malla y ponerme a hacer cosas absolutamente ridículas, pudiendo leer, o ver pelis, o mirar un punto fijo intentando levitar (que no levito, claro... estoy redonda!)
Total... que de endorfinas ando tope deficitaria, y llevo tres semanas de baja con una ansiedad del carajo. Me endiñaron ansiolíticos y antidepresivos, que supongo que para el caso es como si me hubieran mandado calabacines en forma de supositorio.
Como no estoy deprimida (que yo sé lo que es, por desgracia) y la ansiedad no me da la gana de enmascararla con pastillas que me secuestran los sueños, he decidido ser una tía proactiva (¿de dónde saca la gente los palabros éstos?) y hacer algo por mi persona.
Y... bueno... la señora de la entrada me dijo que el profesor de TACHÍ pensaba que eso era un poco difícil para mí (a ver... tengo dos carreras universitarias sacadas jugando al mus en la cafetería de las facultades, y ganando en un porcentaje altísimo de las vacas, que hay que decirlo todo. Tengo un cociente intelectual que es como una etiqueta de anís del Mono, pero es jodidamente alto... y peso tantos kilos como que me sobran seis, no veinte, vaya... que no me siento un ser humano de movilidad reducida, sólo una tipa con el culo gordo, un hipotiroidismo cabrón que me descompensa los cuartos traseros y un par de partos a la espalda...)
La cosa es que, lejos de desanimarme, decidí que el profesor de TACHÍ es más tonto que un bocao en la polla a las siete de la mañana, y que tendría que relajarme de otro modo, y que aunque lo que me apetecía era partirle las piernas al TACHÍ de los huevos, mejor mantener la calma ésa que no tengo y que se me pierde por ahí de vez en cuando. Demasiadas cosas en la cabeza y un reloj tan tacaño... y eso de no poder dar dos hostias a tiempo, qué malo es, joder.
Y la profesora de yoga decidió que para la ansiedad me iba a ir muy bien ir a sus clases. Pos vale.
Y oye... que ayer fui a mi bautizo de yoga.
Qué decir... es como querer hacerle un nudo a la pata de un banco. Un relax mortal, eso sí. Si me quejo de que me sobran kilos, hubo un momento en el que tuve la sensación de ser tan pesada que era incapaz de moverme.
Pero la inquietud máxima fue en un momento crucial de la clase.
Situación: Anita, rodeada de otras doce señoras de su edad y para arriba se ve a cuatro patas, metiendo el hombro izquierdo por debajo del brazo derecho, pegando el moflete al suelo, levantando hacia el techo el brazo derecho una vez que apoyaba el hombro izquierdo, y girando la cabeza hacia ese brazo que miraba para arriba.
La pregunta fue: para qué lado me voy a dar la leche? He perdido la orientación, estoy completamente retorcida sobre mí misma y esto tiene pinta de irreversible... si no viene la seño, hay que avisar al cuerpo de bomberos (oh, yeah!) para que me desanude. Que -ven -gan, que -ven -gan!!!
Unos nerviosssss..... una risa floja... un pedo que quiere salir, un apretón de glúteos, por dios, aquí no, hoy no, que es mi primer día, coño, Anita, controlando esfínteres!!
El pedo volvió a su sitio, si es que lo tenía, pero fue perfectamente contenido. Entre que me caigo y no me caigo, no me caí.
Conclusión: puedo más de lo que pensaba, aunque mi flexibilidad ha caído en picado como los tipos de interés. Mis abdominales son de mantequilla, pero hoy tengo agujetas, luego entonces... aún hay futuro para mí.
Y he dormido como hacía años que no. Y sin valeriana siquiera, ni un polvete en esta cuaresma que me gasto, ni contar ovejas... caer en el catre y entrar en coma profundo.
Virguero, el yoga.
Que se joda el de TACHÍ, y que tiemble la Charon Estón.
O mejor dicho, no me muevo lo suficiente como parecerme a la Charon Estón, o a la Mónica Beluchi y compañía.
Soy sedentaria y me eslomo ordenando mis cosas, cocinando para la Yeni y la Vane y comiéndomelo yo, disfruto comiendo, me engorda sólo pensarlo... pero lo del gimnasio, no sé si no tengo tiempo (que no lo tengo) o es que no me estimula enfundar mis lorzas y mis cartucheras en una malla y ponerme a hacer cosas absolutamente ridículas, pudiendo leer, o ver pelis, o mirar un punto fijo intentando levitar (que no levito, claro... estoy redonda!)
Total... que de endorfinas ando tope deficitaria, y llevo tres semanas de baja con una ansiedad del carajo. Me endiñaron ansiolíticos y antidepresivos, que supongo que para el caso es como si me hubieran mandado calabacines en forma de supositorio.
Como no estoy deprimida (que yo sé lo que es, por desgracia) y la ansiedad no me da la gana de enmascararla con pastillas que me secuestran los sueños, he decidido ser una tía proactiva (¿de dónde saca la gente los palabros éstos?) y hacer algo por mi persona.
Y... bueno... la señora de la entrada me dijo que el profesor de TACHÍ pensaba que eso era un poco difícil para mí (a ver... tengo dos carreras universitarias sacadas jugando al mus en la cafetería de las facultades, y ganando en un porcentaje altísimo de las vacas, que hay que decirlo todo. Tengo un cociente intelectual que es como una etiqueta de anís del Mono, pero es jodidamente alto... y peso tantos kilos como que me sobran seis, no veinte, vaya... que no me siento un ser humano de movilidad reducida, sólo una tipa con el culo gordo, un hipotiroidismo cabrón que me descompensa los cuartos traseros y un par de partos a la espalda...)
La cosa es que, lejos de desanimarme, decidí que el profesor de TACHÍ es más tonto que un bocao en la polla a las siete de la mañana, y que tendría que relajarme de otro modo, y que aunque lo que me apetecía era partirle las piernas al TACHÍ de los huevos, mejor mantener la calma ésa que no tengo y que se me pierde por ahí de vez en cuando. Demasiadas cosas en la cabeza y un reloj tan tacaño... y eso de no poder dar dos hostias a tiempo, qué malo es, joder.
Y la profesora de yoga decidió que para la ansiedad me iba a ir muy bien ir a sus clases. Pos vale.
Y oye... que ayer fui a mi bautizo de yoga.
Qué decir... es como querer hacerle un nudo a la pata de un banco. Un relax mortal, eso sí. Si me quejo de que me sobran kilos, hubo un momento en el que tuve la sensación de ser tan pesada que era incapaz de moverme.
Pero la inquietud máxima fue en un momento crucial de la clase.
Situación: Anita, rodeada de otras doce señoras de su edad y para arriba se ve a cuatro patas, metiendo el hombro izquierdo por debajo del brazo derecho, pegando el moflete al suelo, levantando hacia el techo el brazo derecho una vez que apoyaba el hombro izquierdo, y girando la cabeza hacia ese brazo que miraba para arriba.
La pregunta fue: para qué lado me voy a dar la leche? He perdido la orientación, estoy completamente retorcida sobre mí misma y esto tiene pinta de irreversible... si no viene la seño, hay que avisar al cuerpo de bomberos (oh, yeah!) para que me desanude. Que -ven -gan, que -ven -gan!!!
Unos nerviosssss..... una risa floja... un pedo que quiere salir, un apretón de glúteos, por dios, aquí no, hoy no, que es mi primer día, coño, Anita, controlando esfínteres!!
El pedo volvió a su sitio, si es que lo tenía, pero fue perfectamente contenido. Entre que me caigo y no me caigo, no me caí.
Conclusión: puedo más de lo que pensaba, aunque mi flexibilidad ha caído en picado como los tipos de interés. Mis abdominales son de mantequilla, pero hoy tengo agujetas, luego entonces... aún hay futuro para mí.
Y he dormido como hacía años que no. Y sin valeriana siquiera, ni un polvete en esta cuaresma que me gasto, ni contar ovejas... caer en el catre y entrar en coma profundo.
Virguero, el yoga.
Que se joda el de TACHÍ, y que tiemble la Charon Estón.
11 comentarios:
Gracias.
Un beso enorme.
Miguel
Tremendo post. Casi me desnafro desde la banqueta.
ese sinvivir del pedete que sale, no sale, aprietas y se esconde, no tiene precio.
Viva el yoga.
Besos
Dos cosas SEÑORA: Lo de la edad no le debe preocupar, como el Alzheimer no está aun muy avanzado, tomado solo tres pastillas de ginseng recuerdo donde tengo la viagra…
Le he robado lo de: más tonto que un bocao en la polla a las siete de la mañana. Ha quedado tan guapo que después de escandalizar a la cursi en la cena de anoche lo he puesto en un relato de garabato…. GENIAL de la hostia. Un beso enorme d2
INSTI, no sé lo que significa "desnafrarse", pero me ha encantao el palabro!
Viva el yoga! Seguiremos informando!!
Beso:)
DEDOS, creo que comer rabos DE PASA va fenomenal para la memoria :P
Si necesitas repertorio "literario", cuenta conmigo. Trabajé unos añitos con un ejército de camioneros que convirtieron mi vocabulario en un polvorín. No te cortes, pide por esa boca. Y a la cursi la avisas antes de soltarlo, la pobre!!
Un beso, y no refunfuñes, que se arrugan las cositas :P
Muakissss
Los de pasas son tan insípidos que olvido comerlos y otros, para la memoria, no dan ningún resultado.
Claro que necesito repertorio literario, por eso la leo, la releo y la copio. Y ya que se ha ofrecido tan generosamente, en breve la paso unos capítulos de garabato para que…. No soy tan cruel SEÑORA, continuaré leyendo y copiando.
Si aviso a la cursi dejará de ponerse colorada cuando me escuche…. Es que es un momento genial, se pone colorada, se tapa la cara con las manos, luego sonríe y todos encantados… NO se preocupe la viagra quita todas las arrugas, pero todas….
Las patas de gallo también??
Me veo tomando viagra.
Haga usted lo que pueda, si le sirve copiar, copie sin misericordia, no es propiedad mía.
Seguramente algún Yonatan de esos que dibuja tan rebién el instigador cuando habla de los vigilantes de obras le reportaría pingües beneficios literarios.
No lo dude. Lo que pasa es que ésos, fijo que le cobran.
Besos, me voy a yoga!!
Va a ser cuestión de tirarse al yoga... o a la charon estón. Mañana me lo pienso mejor.
Chico, no pienses.
Haz las dos cosas, aunque seas hombre estoy segura de que puedes hacerlo.
Y cuando acabes con el yoga y con la charon, acuérdate de MEDITAR.
Ommmmmmmm
Besoooooommmmmmmmmm
Somos baterías recargables, cuya carga puede volverse en contra nuestra si no eliminamos el exceso. Me encanta su sentido del humor y su facilidad para describir situaciones. Ahora ya sabe el "gran secreto"; esto es siempre así, y después de una orgía de chocolatinas tendrá que plantearse un equilibro; puede cambiar los muebles de posición tres veces seguidas, o decantarse por el apartado "polvete", con las mismas bases, esto es: tres veces seguidas en distintas posiciones.
¡PLÍÑ!, un diez TORMENTITO
Ud. no tiene la culpa de las lorzas querida, es una cuestión genética; todo el mundo sabe que el hombre es masculino y la mujer es más culona
Ud. es la culona más divertida que conozco, y la prefiero a esas neuróticas estilizadas que se toman el aspecto como el centro de sus vidas
¡Qué le voy a hacer, me va la chicha!
Y por favor, que alguien desenrede a ese señor
PÁTER, para ser usted eremita, o anacoreta, o como se diga, sabe usted mucho del mundanal ruido (o ruïdo, que es como lo dice don Jorge Manrique).
El apartado polvete me resulta setecientas mil veces siete (veces) más sugerente que el apartado mover muebles. Y si tiene que ir en grupos de a tres, me pongo tan contenta que le bailo una jota en la mesa del salón.
Haré penitencia siempre que pueda, le doy mi palabra.
Un beso :)
LÚZBEL, con señores como usted entran ganas de comerse OTRO bocata de Nocilla.
OLE!!
No puedo desenredar al señor... me quedé ayer sin tres en uno, se lo bebieron las bisagras de la puerta de la calle... que llame a los bomberos si lo considera oportuno :P
Un beso grande!!
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