Hay una tormenta en el exterior con gran aparato eléctrico.
Me gustan las tormentas, me gustan mucho. El olor, la caída del agua, el ruido, el cambio de temperatura, la sensación de alivio tras el exceso de la baja presión y los iones dando por culo... me gustan las tormentas que limpian la calle y relajan y rebajan tensiones.
No entiendo a quien se mete debajo de la cama... ahora mismo entra un viento en casa que incluso transporta agua y me salpica. Soberbio.
Mis alumnos vinieron esta mañana a buscar sus notas y despedirse de mí. Lloraban.
Los profesores de mis hijas, el martes, lloraban al despedirse de ellas. No volverán.
Mis hijas no lloran, pero sí sus amigas y las mamás de sus amigas. Yo también lloro.
Lloro de miedo, de cansancio, de soledad y de hastío. De oposiciones, viajes, sentimientos encontrados, kilómetros y nostalgia de lo que no fue ni me pudo retener.
Lloro de esperanza, lloro de expectativas, lloro de rabia tanto tiempo contenida.
Lloro porque me miro y me quiero, decidida y valiente, y ME VOY.
Con una mano delante y otra detrás, ME VOY.
Vuelvo a casa, dieciséis años y dos churumbelas después.
A casa... es que no puedo creerlo aún.
Un par de semanas más... un poco más de insomnio y mucho más de incertidumbre y me habré ido, aun cuando hace ya mucho tiempo que no estoy.
Sólo tengo miedo y alegría. Extraordinario cóctel.
Que dios reparta suerte, porque como reparta justicia...
Por cierto... ví a Juan Diego Flórez, le ví en Valladolid, cantando y paseando por la ciudad y creo que he perdido el criterio. Ya no me importa que le falten matices, he renegado de lo que dije en su día respecto a su forma de "no interpretar" más que lo que estrictamente exige la partitura... me he rendido al virtuosismo y al poderío de un señor que mide lo que yo... y que canta y me hace llorar... aunque en estos tiempos feroces, hacerme llorar a mí es casi tan fácil como invitarme a un vino.
Y cuando bebo vino, lloro.
Estoy bien, sólo cansada, cósmicamente cansada, en lo físico, en lo emocional, en lo intelectual... estoy francamente hasta los huevos, pero con vistas al final del túnel.
Un poquito más...
Me gustan las tormentas, me gustan mucho. El olor, la caída del agua, el ruido, el cambio de temperatura, la sensación de alivio tras el exceso de la baja presión y los iones dando por culo... me gustan las tormentas que limpian la calle y relajan y rebajan tensiones.
No entiendo a quien se mete debajo de la cama... ahora mismo entra un viento en casa que incluso transporta agua y me salpica. Soberbio.
Mis alumnos vinieron esta mañana a buscar sus notas y despedirse de mí. Lloraban.
Los profesores de mis hijas, el martes, lloraban al despedirse de ellas. No volverán.
Mis hijas no lloran, pero sí sus amigas y las mamás de sus amigas. Yo también lloro.
Lloro de miedo, de cansancio, de soledad y de hastío. De oposiciones, viajes, sentimientos encontrados, kilómetros y nostalgia de lo que no fue ni me pudo retener.
Lloro de esperanza, lloro de expectativas, lloro de rabia tanto tiempo contenida.
Lloro porque me miro y me quiero, decidida y valiente, y ME VOY.
Con una mano delante y otra detrás, ME VOY.
Vuelvo a casa, dieciséis años y dos churumbelas después.
A casa... es que no puedo creerlo aún.
Un par de semanas más... un poco más de insomnio y mucho más de incertidumbre y me habré ido, aun cuando hace ya mucho tiempo que no estoy.
Sólo tengo miedo y alegría. Extraordinario cóctel.
Que dios reparta suerte, porque como reparta justicia...
Por cierto... ví a Juan Diego Flórez, le ví en Valladolid, cantando y paseando por la ciudad y creo que he perdido el criterio. Ya no me importa que le falten matices, he renegado de lo que dije en su día respecto a su forma de "no interpretar" más que lo que estrictamente exige la partitura... me he rendido al virtuosismo y al poderío de un señor que mide lo que yo... y que canta y me hace llorar... aunque en estos tiempos feroces, hacerme llorar a mí es casi tan fácil como invitarme a un vino.
Y cuando bebo vino, lloro.
Estoy bien, sólo cansada, cósmicamente cansada, en lo físico, en lo emocional, en lo intelectual... estoy francamente hasta los huevos, pero con vistas al final del túnel.
Un poquito más...
14 comentarios:
Fantástica como siempre. Es una gozada leerte, ya lo sé, putada enorme que sea real y no el fruto de tu imaginación. Te queda poco. Un abrazo
¿Mucho cambio, no?
Que sea para bien Tormento.
Por delante tienes el sentimiento de alegría, es el que más recuerdo de cuanto he leído en tu post. Ese es que más vale.
Besos y besos,
¡Ah! Me olvidé de decirte ya hace tiempo que cambié de blog. El otro me lo cerraron desde Google. Si entras desde el enlace que tiens en tu lateral izquierdo, no podrás acceder. Si pinchas en mi firma, estarás de nuevo en el jardín de las risas.
Más besos,
¡BIENIDA QUERIDA!, lástima que haya llegado en un día que había manifestación del PP.
¡Madrid ya no es lo que era oiga!, desde que nos fuimos al frente sureste ha perdido un cierto encanto (y un par de cabrones).
Le deseo suerte en su nuevo periplo... aunque teniendo en cuenta lo peleona que es, quizás debiera decir... ¿peripecia?
Ud. llora por ese porque no me oyó cantar a mí; lo mío es de risa. Besos.
Gracias, DEDOS. Tengo ganas de escribir sobre algo que me invente, pero ahora mismo esto sólo me sirve de válvula de escape... no damos para más.
Gracias por estar. Me es importante, que lo sepas.
Un beso con abrazo exánime.
Dos!!
JARDINERA, ahora arreglo tu link y el de Al Zheimer, que lo puse sin fijarme... joé... no puede ser.
Voy de cráneo!!
Que nada.. que sí, que mucho trajín, sobre todo emocional, mucha tensión, pero es temporal y para mejorar, así que no hay más remedio que seguir tragando. Yo lo decidí, así que yo apechugo.
Un beso.
Querido LÚZBEL de mis entretelas, lo primerito que haré cuando esté instalada será ir a verle, se lo prometo.
Y cantamos los dos, y nos morimos de risa, y nos bebemos una botella de cualquier cosa pa celebrar que incomprensiblemente, sorprendentemente, todo acaba, todo pasa, y aprendemos y seguimos.
En eso consiste vivir, no?
Un beso bien grande.
Esta ciudad agoniza ahogada en liberalismo católico y mala leche. Pero estará mejor si vienes a ella. Fuerza y honor!, que decía Máximo para alentar a sus tropas.
Joé, qué intensidad leerte!
Besos!
LAGARTO, mi querido Lagarto... supongo que Madrid sube y baja como el infierno sofisticado que es. Como aquella canción... a veces se enciende, a veces se apaga la llama sagrada que tú y yo conocemos...
Supongo que tenemos dos opciones: morir con ella, nos incendiamos con ella, o le damos la extremaunción y huímos.
Me provoca plantarle cara, cometer sacrilegios nocturnos en los portales, reir a mandíbula batiente ante ese liberalismo católico que tan bien fotografías y que no es exclusivo de la capital del reyno...
Estoy segura de que aún hay reductos donde tomar cafés y beber cerveza fría a morro, escuchar música decente y mirar con escepticismo cómo ellos, los del hábito y el escapulario debajo de la camisita de puño doblado (¡Mauricín, eres un gilipollas!) creen ocupar las calles con sus jaculatorias vacías de verdad.
Quiero verlo, olerlo y tirarles pedos en sus naricillas de platino.
Quiero ser gata otra vez, de pleno derecho, ejercer de gata de nuevo y reirme hasta la fisura costillar. Me pintas el mejor escenario para ello.
¿Que Madrid agoniza, dices?
Bien... no es la primera vez, ni será la última.
Acaso vas a permitir que se te apodere el desaliento?
Ya voy, espera que remato unos temitas y ya os podéis ir atando los machos.
Todos!
Fuerza y honor.
Y el par de cojones prescriptivo, claro!!
Besos, querido amigo.
¡¡Casi me dan ganas de ir a Madrid!!
Cuando llegues, avisa, que igual voy a dar una vueltecita...
Conozco la sensación de cansancio eterno... pero también el tunel que se acaba, y como la luz lo colorea todo, sea el tipo de luz que sea.
El cocktail de miedo-alegría, es lo mejor que le puede pasar a una. Al final, el miedo, lejos de paralizarnos, nos envalentona, y la alegría, hace el resto.
Yo tb me fuí hace 3 años con una mano delante y otra detrás, no cambié de ciudad, pero créeme, que me cambió la vida.
Y a día de hoy, puede que no sea superfeliz, pero hasta donde he llegado, lo he hecho sola, y ese pequeño o gran triunfo, no nos lo quita nadie.
Mucha suerte, un beso fuerte, y nos vemos en los bares, como diría Lagarto.
Y lo que necesites, y yo pueda, ya sabes donde quedo..
DELI... quién sabe...
Puede que puedas echarme un cable informativo :)
Ya te contaré, todo está en mantillas aún. Hay que esperar notas, ver cómo se remata el mes de julio, y entonces te contaré en qué queda todo esto.
Un beso, y descansa tú que puedes, aunque sólo sea a ratos.
Pide masajes en los pies y besos en el cuello, por ese orden.
Muacs!
Madrid es mil ciudades diferentes. Agoniza en unos barrios, se reinventa en otros. Y qué carajo, acabar una mañana en el Café Gijón y que te pongan boquerones fritos después de una noche de insomnio no tiene precio. Igual que no lo tienen unas patatas bravas con vinito ni unos arenques con vermú de grifo ni ver a las putas por la calle con las tetas al aire o hasta tomarse un café en un Starbuck porque no hay una puta cafetería decente cerca y todo son franquicias.
Madrid es Madrid y yo a Madrid siempre vuelvo. ME VOY. Qué bien suena, Tormentito...
Estoy paloquesea, menos pasta, de todo. Vamos a ver si este mes de Julio acabas el lío, y en Agosto, que yo estoy de soltera, te llevo de bares, de peñamaja, y de lo que haga falta, siempre y cuando te apetezca, claro. LLamaremos a Lagartijo, a lagartija... A ese señor tan majo con quien te beberás la botella... lo que haga falta. Y aprendiza... en fin, ella ya sabe lo bien que se lo puede montar uno en Madriz...
Un beso fuerte, tu escuchabas la tormenta allá fuera, en sintonía con la de dentro, la del alma. Yo llevo de tormenta varios años.. y créeme, siempre sale el sol, aunque dure poco.
CON UN PAR, QUE LOS TENEMOS DE CENTÍMETROS CUADRADOS¡¡¡¡¡¡¡¡¡
BSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Ah, e información, la que necesites, ofcourse¡
VIAJERA, será estupendo recibirte como anfitriona en tu próxima visita a Madrid.
Será señal de que todo ha ido como espero.
Oye... tú sabes!!
Un beso, guapa.
DELI, ya veremos qué podemos hacer entre unos líos y otros... ya te contaré mis planes.
Un beso!!
Que esa aprendiza soy yo, eh?
Me apunto. Y punto.
Muas para las dos,
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