Si tenía ganas de dejar de enseñar, ahora me están entrando ganas de estudiarme la carrera de Derecho en modo intensivo.
Para meter en la cárcel a los subnormales, a los estultos, a los descerebrados, a los irresponsables, a los que difaman y a los que atentan contra el honor y la profesionalidad. Cojones ya.
Pero no lo haré, porque estoy descubriendo que soy un arquitecto envuelto en el abrigo de maestrilla de escuela.
Mola.
Y voy a terminar este posgrado que me voy a convertir en una pedorra pedante que va a disfrutar como una loca loca-lizando piedras fuera de tiesto.
Que voy a dejar las Meninas hechas un mantelito de Lagartera.
Eso para empezar.
Ogs! Qué gusto me da que llegue el lunes y el martes por la tarde, intercambiar opiniones con gente con criterio, escucharles... oir también mucha gilipollez de veinteañeros recién salidos de la universidad (la semana pasada, sin ir más lejos, una prepotente y antipática y guapa y flaca alumna veinteañera con un afán de notoriedad que le está costando una imagen absolutamente repelente, soltó "un poco de utopía, por favor" y casi se me caen las bragas de risa).
Ya caerá.
En cuanto le expliquen lo de las subvenciones, se pasa dos días llorando y en diez minutos está poniendo el cazo como una Pepa.
Pues sí... que voy a dejar la docencia, que ESTOY DESEANDO mandar a tomar por culo a determinadas personas... ya os contaré cuando no tenga este rebote tan reciente... es que me entran ganas hasta de poner nombres y apellidos...
¿no crees que a los tontos habría que publicarlos, para prevenir a los cuerdos?
Luz Casal, dechado de competencia verbal ella, dijo una vez algo realmente serio: "me da más miedo un tonto que un hijoputa".
Argumentaba la buena mujer que un hijoputa sabes por dónde viene y a dónde va, pero UN TONTO... ayyy... nunca sabes por dónde te la va a meter, pero al final, te la mete doblada.
Y no da nadica de gusto.
No importa. Donde las dan, las toman.
Para meter en la cárcel a los subnormales, a los estultos, a los descerebrados, a los irresponsables, a los que difaman y a los que atentan contra el honor y la profesionalidad. Cojones ya.
Pero no lo haré, porque estoy descubriendo que soy un arquitecto envuelto en el abrigo de maestrilla de escuela.
Mola.
Y voy a terminar este posgrado que me voy a convertir en una pedorra pedante que va a disfrutar como una loca loca-lizando piedras fuera de tiesto.
Que voy a dejar las Meninas hechas un mantelito de Lagartera.
Eso para empezar.
Ogs! Qué gusto me da que llegue el lunes y el martes por la tarde, intercambiar opiniones con gente con criterio, escucharles... oir también mucha gilipollez de veinteañeros recién salidos de la universidad (la semana pasada, sin ir más lejos, una prepotente y antipática y guapa y flaca alumna veinteañera con un afán de notoriedad que le está costando una imagen absolutamente repelente, soltó "un poco de utopía, por favor" y casi se me caen las bragas de risa).
Ya caerá.
En cuanto le expliquen lo de las subvenciones, se pasa dos días llorando y en diez minutos está poniendo el cazo como una Pepa.
Pues sí... que voy a dejar la docencia, que ESTOY DESEANDO mandar a tomar por culo a determinadas personas... ya os contaré cuando no tenga este rebote tan reciente... es que me entran ganas hasta de poner nombres y apellidos...
¿no crees que a los tontos habría que publicarlos, para prevenir a los cuerdos?
Luz Casal, dechado de competencia verbal ella, dijo una vez algo realmente serio: "me da más miedo un tonto que un hijoputa".
Argumentaba la buena mujer que un hijoputa sabes por dónde viene y a dónde va, pero UN TONTO... ayyy... nunca sabes por dónde te la va a meter, pero al final, te la mete doblada.
Y no da nadica de gusto.
No importa. Donde las dan, las toman.
Y ya sé que este vídeo es patético, pero la canción me da un buen rollo quetecagasssssss.
5 comentarios:
Joooooderrr...
Después de verlo dos veces seguidas, creo que es el vídeo más tremendo de la historia de los videoclips ochenteros horteras y llenos de laca.
Me parto de risa yo solita, pero me dan ganas de crujirme la ingle haciendo esas piruetas que hace Barbie Paquete, que no???
Besos everyone!!!
Ay, qué risa Tormentito. Yo echo en falta dos dedos más de paquete, una mascarilla o en su defecto un poco de "fijador" al más puro estilo "Algo pasa con Mary" y un relleno de labios con silicona pàra que relaje esos morritos "yaguer".
Lo que se miraba este tío al espejo... ¿qué será de él hoy en día...?
:)
Besicos,
PD: Esta Tormento es la que me mola, la rompedora, la taquera, la bruta (por no decir burra)... a ti mejor tenerte de amiga que en el bando contrario, jajajajajaja... Muasssssssssssssssss
No vale la pena cabrearse, el rebote sí, pero lo justo. Luego, una los mira como si viera extraterrestres, les coloca el cartel invisible de tontos, y a la próxima, cerocomacero.
No te enfades, y sigue con lo de la arquitectura. Eso sí que vale la pena, evade y mola, aunque sea por un rato.
Y que tengas una semana santa cojonuda, y que sepas que la canción que has puesto, pues sí, es una horterada, pero molamucho, y da alas, canción ponepilas.
Un besazo¡
A mí lo que me ha gustado más, aparte del vídeo (dios, vestíamos así)... ha sido lo de "estoy descubriendo que soy un arquitecto envuelto en el abrigo de maestrilla de escuela".
Te veo soñando con el Pritzker, Tormentito...
JARDI, los dos dedos yo los echo en falta en la frente.
El paquete... de tabaco, por favor. Del resto ando más que servida (virgencita, virgencita, etc etc)
Besos, hermosa :)
DELI, sí que me cabreo, que bregar con necios me pone de los nervios.
Pero no importa. La S. Santa de puta madre, un secuestro en Praga como los de las pelis.
Y la canción... bueno, además de ser marchosa, a día de hoy descojona que no te cuento :)
Besos!!
VIAJERA, yo creo que más que vestir así, veíamos a algunos vestirse así, porque si yo le digo a madre que me compre esas mallas, le da un tabardillo allí mismo y lo que me compra es una falda de tablas.
En fin...
Mira, lo del Pritzker es para los arquitectos esos que van de almas puras, seres superiores al resto de los mortales y tal...
Son bastante gilipollas y pagados de sí mismos en general. Pero mola que te cagas escuchar hablar a algunos de ellos si realmente les gusta su profesión. Son tres. El resto, carne de cañón con ínfulas (te lo digo yo, que convivo con más de los que estadísticamente me corresponden).
Grandes besos, querindonga.
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