Dicen que para escribir hay que estar jodido.
Es cierto. Es cierto que lo dicen, quiero decir.
Seamos serios. Cuando estás jodido de verdad, no escribes.
No te llega el resuello ni para teclear cuatro chorradas, ni para reflejar las infinitas pajas mentales que se te vienen a la cabeza sin que puedas hacer nada por evitarlo.
Cuando estás jodido falta y sobra todo el tiempo, toda la gente, todo el barullo.
Cuando estás jodido no sabes si tienes que escribir o mejor te duchas porque apestas.
No sabes ni entiendes de los otros, y no quieres saber nada de tí mismo.
¿Es, o no es?
Pues bien... yo estoy jodidita, pero lo de siempre.
Cansada, desbordada, ahogadita, harta, ansiosa, insomne, bulímica pero sin vomitera... lo normal.
Una mudanza, un ex en busca de dinero fácil, unas hijas intentando adaptarse a una situación tan nueva como excitante (todo les ha mejorado, están contentísimas, cómo mola Madrid, qué maja es la gente, mamá...), un compañero intentando adaptarse a las hijas de mi menda y a mi menda lerenda (ahí es ná), una rabia no contenida por no poder ponerme a llamar a todo dios y montar un cocido para setenta en casa, pero no me llega, no me llega el aliento.
No soy feliz, porque eso sería haber claudicado y dedicarme a hacerme la sorda, la ciega y la tonta.
Tengo un colegio con niños verdaderamente problemáticos (o llenitos de problemas, no sé muy bien...). Tengo cierta nostalgia de cosas (no... de personas) que dejé allí y las echo muchísimo de menos, pero tampoco llamo, ni escribo, ni nada... nostalgia de lo que dejé y de lo que tengo aquí y no puedo atender... mi Gato, mi Carlitos, un ratito para plantarles dos besos al Dedos, al Pau, al Insti, al Lagarto, a la Delirium, a la Antígona, a tantos que me dejo... realmente no nos necesitamos, la vida es corta, el tiempo pasa deprisa y todo eso, pero JODER, quiero encontrar mi rato de asueto, subirme a unos tacones rojos y salir a beberme una Mahou a morro... tanto tiempo esperando este momento y el momento se me echa encima sin piedad.
Encontré un piso estupendo, precioso y lleno de luz, muy lejos de mi Madrid añorado, del centro, de las tabernas con el suelo lleno de cabezas de gambas... pero tenemos el Metro.
Me siento como uno más entre los miles de colonos de esto que antes era un descampado en el culo del mundo y ahora, al parecer, es chic de la muerte y un poco catetorri. Pero estoy en Madrid.
Estoy en Madrid, y me lo repito tantas veces al cabo del día que parezco gilipollas.
Estoy aquí, y pienso seguir estándolo, aunque no haga ruido, aunque no os cuente gilipolleces, aunque no lo parezca.
Sigo estando aquí, y probablemente eso haya adormecido mi imaginación y desarrollado mi olfato y mi sonrisa mañanera.
Me gusta cómo huele esta ciudad llena de gente bulliciosa y franca.
¡¡Joder, cómo me gusta Madrid!!
Y me encanta saber que estáis ahí... y que probablemente nos crucemos algún sábado de escapada por la FNAC, o en La Chata, o en...
Nos vemos.
Nos escribimos.
Os besuqueo mogollón.
Es cierto. Es cierto que lo dicen, quiero decir.
Seamos serios. Cuando estás jodido de verdad, no escribes.
No te llega el resuello ni para teclear cuatro chorradas, ni para reflejar las infinitas pajas mentales que se te vienen a la cabeza sin que puedas hacer nada por evitarlo.
Cuando estás jodido falta y sobra todo el tiempo, toda la gente, todo el barullo.
Cuando estás jodido no sabes si tienes que escribir o mejor te duchas porque apestas.
No sabes ni entiendes de los otros, y no quieres saber nada de tí mismo.
¿Es, o no es?
Pues bien... yo estoy jodidita, pero lo de siempre.
Cansada, desbordada, ahogadita, harta, ansiosa, insomne, bulímica pero sin vomitera... lo normal.
Una mudanza, un ex en busca de dinero fácil, unas hijas intentando adaptarse a una situación tan nueva como excitante (todo les ha mejorado, están contentísimas, cómo mola Madrid, qué maja es la gente, mamá...), un compañero intentando adaptarse a las hijas de mi menda y a mi menda lerenda (ahí es ná), una rabia no contenida por no poder ponerme a llamar a todo dios y montar un cocido para setenta en casa, pero no me llega, no me llega el aliento.
No soy feliz, porque eso sería haber claudicado y dedicarme a hacerme la sorda, la ciega y la tonta.
Tengo un colegio con niños verdaderamente problemáticos (o llenitos de problemas, no sé muy bien...). Tengo cierta nostalgia de cosas (no... de personas) que dejé allí y las echo muchísimo de menos, pero tampoco llamo, ni escribo, ni nada... nostalgia de lo que dejé y de lo que tengo aquí y no puedo atender... mi Gato, mi Carlitos, un ratito para plantarles dos besos al Dedos, al Pau, al Insti, al Lagarto, a la Delirium, a la Antígona, a tantos que me dejo... realmente no nos necesitamos, la vida es corta, el tiempo pasa deprisa y todo eso, pero JODER, quiero encontrar mi rato de asueto, subirme a unos tacones rojos y salir a beberme una Mahou a morro... tanto tiempo esperando este momento y el momento se me echa encima sin piedad.
Encontré un piso estupendo, precioso y lleno de luz, muy lejos de mi Madrid añorado, del centro, de las tabernas con el suelo lleno de cabezas de gambas... pero tenemos el Metro.
Me siento como uno más entre los miles de colonos de esto que antes era un descampado en el culo del mundo y ahora, al parecer, es chic de la muerte y un poco catetorri. Pero estoy en Madrid.
Estoy en Madrid, y me lo repito tantas veces al cabo del día que parezco gilipollas.
Estoy aquí, y pienso seguir estándolo, aunque no haga ruido, aunque no os cuente gilipolleces, aunque no lo parezca.
Sigo estando aquí, y probablemente eso haya adormecido mi imaginación y desarrollado mi olfato y mi sonrisa mañanera.
Me gusta cómo huele esta ciudad llena de gente bulliciosa y franca.
¡¡Joder, cómo me gusta Madrid!!
Y me encanta saber que estáis ahí... y que probablemente nos crucemos algún sábado de escapada por la FNAC, o en La Chata, o en...
Nos vemos.
Nos escribimos.
Os besuqueo mogollón.
11 comentarios:
Todo se irá colocando, todo lleva su tiempo, no desesperes.
Recoloca todo mientras me pongo bien y ya verás...
Besos
Pues de verdad que hacia una ilusión del carajo soñándote feliz como una perdiz y pasando del blog como se pasa de la mierda. Imaginaba, que usando la autoridad que te ha regalado Espe habías despellejado como a un pollo, al primer infeliz que te había dado la lata y que ahora tu clase era la antesala del cielo. Que habías olvidado darle la dirección y el teléfono a tu Ex y que no mirabas mucho hacia el Este por si se le ocurría comunicarse contigo haciendo señales de humo… Que la adaptación con él era…. Pero no, me has chafado…. Bueno, estás que es lo importante. Un abrazo enorme
d2
Eso, jarana no nos falta por los madriles. Ni zanjas.
Tenemos de todo.
Tenerte en casa, una gozada.
Abrazos
LUNA, no desespero, ahora el tiempo se mide de otra forma.
Acabó la cuenta atrás.
Cuídate, por lo que te voy leyendo parece que andas mucho más que averiada... ¿qué has hecho, calamidad?
Un beso.
DEDOS, no dejes de hacerte ese tipo de pelis. Estoy bien, dentro de esa fea costumbre mía de querer llegar mucho más allá de lo razonable.
El colegio me estimula mucho, me da motivos para dar gracias por tener hijas sanas (qué pena da ver determinadas cosas, qué pena tan honda y qué impotencia tan horrible!). Pero también tengo mis ratitos de dar leña al papá crecidito, a la mamá sabihonda, a la abuelita que encomienda la educación de su nieto a las novenas al Espíritu Santo (te lo juro)... hay para todos, también para mí, que estoy aprendiendo mucho del homo sapiens.
El ex... bueno, ya sabes. No terminas nunca de quitártelos de encima hasta que los retoños nos mandan a la mierda a los dos, siempre, siempre con razón. Todo se andará.
La adaptación de "él" es eso... una adaptación triple, a la vida cotidiana, a los madriles, a tres lobas, a Villabragas... vaya, veo que es mucho más que triple... habrá que mimarle un poco más, si cabe.
Estoy contenta. Jodidamente cansada, pero MUY CONTENTA, he aprendido a dormir ocho horas, o a figurar, por lo menos, lo que me convierte en menos "intensa", más de a pie, menos oscura, más persona, menos búho y no por eso alondra... estoy aprendiendo a cuidarme, y aunque me cuesta trabajo, reconozco que convertirse en una persona que come y duerme a sus horas me beneficia hondamente. Consigo estabilidad emocional, que es un tesorete importante para mi.
Supongo que convertirme en convencional de la muerte hace que sea menos interesante lo que escribo, y tenga la sensación de no tener nada que decir.
Pero estoy leyendo mucho para aprender a escribir mejor.
Me ha encantado encontrarte, y lo sabes.
Un par de besos a repartir equitativamente. Pienso echaros el ojo con una cervezota de por medio, sólo es cuestión de tiempo.
Muás.
Espero verte pronto, te veo expléndida, gigante. Y eso, que siempre tenemos la mirada puesta en un horizonte que cuando se nos antoja cercano, vamos, y viramos el objetivo. Es que somos unas tocapelotas, y unas porculeras. Pero te leo bien de cojones, y Madriz, querida, es la leche. Yo lo amo y siempre soy correspondida, esta ciudad es alucinante. Y no te cuento la gente, yo siempre he encontrado gente tan bestial aquí... enfin, que parezco de la casa de la pradera, dejo el cuento, que a cada uno le irá como le irá...
Y que nos veamos, aunque sea un ratín corto, lo que sea, coño, pero vernos¡¡¡
Ah, y LACHATA, ES MÍA¡¡¡¡¡¡¡ La dueña, una señor que se llama Gloria y que es una cachondamental, es como mi segunda madre, pordiossssssssss, quedamos allí¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Que un besazo, te cuides y me cuentes cuando te veo, siempre ando liada, pero fijo saco un rato, aunque sea para dentro de un mes...
Y un besazo a Carlitos, coño, que no se nada de él, y le echo de menos. Y a Dedos, UNSUPERABRAZODEDEJARLEHEMATOMAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Ale, me piro. Oye, apenas asomo por internete, no tengo tiempo, la vida real es toomuch, ya hblaremos....
Deli, creo que somos prácticamente vecinas:)
Despacito, pero allá que vamos.
En cuanto termine de colocar cosas y ordene mi vida, mis médicos, mis dentistas y demás, quedamos a jalarnos unos callos en La Chata, con invitación abierta, rollito quedada adolescente con tertulia incorporada. Se permite eructar y decir palabrotas, los finolis que se queden en casa.
Queda comprometido para antes de Navidad.
Cuídate y déjate cuidar, es altamente rentable.
Besos!!
Me identifico tanto con ese malestar de todo y de nada, que ná te puedo decir, pues eso, que seguiremos con nuestros más y nuestros menos.
Y depués de leer coments, que me he dado tiempo a todo, pues eso, que en Agosto estuve en Madrid, mucho caló y mucho de todo, genial, y coño! que me dan ganas de apuntarme a volver y tomarme unos callos también en la Chata, pinta bien.
Besos salados
Pd: y besitos para el Ddos, que parece que no, pero el jodío nos reune.
Vecinas, la hostia¡¡¡¡¡¡¡¡
Que a ver si es antes de navidad, o cuando sea, si todos andamos liados, lo importante es que llegue y punto. Y para cualquier cosa, tienes mi correo, ya sabes, medicos, dentistas... todo eso tan engorroso y coñazo.
Un beso fuerte, y sí, a ver si me cuidan bien de una puta vez.
Pues algo debe tener Madrid, si.
Cada vez tengo mas amigos allí.
Se os echa de menos (mucho).
Un beso (al cubo).
Vente!!
Vente,vente, vente, aquí se respira libertad, insolencia consentida, alegría, malaleche, apertura... he rejuvenecido diez años y he perdido cinco kilos (bueno... cuatro, pero pienso seguir perdiendo) sin dejar de comer... sólo de vivir, y no de sobrevivir.
Ventepamadriz!!
Besos a raudales, mi queridoqueridísimoquerindongo.
También te echamos de menos, también. Mucho.
Cuando vengas, avísame, anda.
Muáááááá.
joder tormento leerte y a llorar coño, eso no se hace lexes, q miedo me da hacer lo q tu has hecho, q miedo a esa soledad sin fondo, o a una felicidad perdida, tengo miedo mucho
y no sé ni a quién echar de menos.
Me alegro q te guste Madrid pq a mi me apasiona y eso q soy catalana
pero es q madrid tiene ese aquel q nadie entiende
en una de estas me largo a madrid un finde q ya lo necesito
muakkk
cuidate y mimate
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