Bombero


... que no sé cómo haré para compensarte.
Pero sólo en cables, cuerdas y botas de pocero debes de gastarte un dineral todos los meses.
Esta costumbre arraigada de caerme en los pozos de mierda empieza a irritarme.

Supongo que debería graduarme la vista, llevar chaleco antibalas, casco y escudo.
Supongo que ir a pecho descubierto para volver a moco tendido
no es lo que se dice triunfar.

Pero siempre es mejor que dejar que el miedo te paralice.
Triunfaré. Conjuraré los maleficios. Dejaré de pisar mierda.
Y te lo devolveré multiplicado por millones y trillones.
Te lo juro.

8 comentarios:

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLÍÑ!
De momento, ¡no haga olas!

Tanhäuser dijo...

Usted, querida mía, aunque le cueste reconocerlo, es de alma noble. Se me antoja entonces, que es buena pagadora. No obstante, si le fallan los fondos que atesora bajo el colchón, recuerde siempre que aquí tiene un puñado de buena gente que se partiría la cara por usted.
Besos, tía fantástica.

Luna dijo...

Un abrazo grande

Aprendiza de risas dijo...

No te lo digo setenta veces, sólo con una me basta para decirte que ir a pecho descubierto por la vida trae consecuencias a veces perniciosas, pero quien decide estar a tu lado, lo hace de manera tan transparente, que al final, eso es lo que cuenta, lo grandioso, lo que vale. Se acercan a ti y se quedan a tu lado por lo que eres desde el principio, no tienen que ir desvistiéndote como una cebolla para descubrirte, y eso es un lujo para la amistad.

Un beso de ánimo y cuida a tus bomberos, esos son lo s que más valen,

Miss.Burton dijo...

Dí que sí, que el pozo de mierda es lo de muchas veces, pero el salir de allí, ayudada de bomberos, o por una escalera fantasma, es la hostia. Y los que bajamos tantas veces, es porque subimos igualmente... no creés???
El bombero ese, cuídalo. Y no dejes nunca de ir a pecho descubierto, tu amiga aquí hace lo mismo, y la verdad, al final, sólo nos rodean los que de verdad lo valen, y las vivencias son cien por cien reales, y palpables. Y duele, sí... pero cuando la dicha es buena... enfin... la vida es un caramelo, guapa¡
Un besazo fuerte, gracias por lo de mi sobrin, está de puta madre, la tía gorda...

Ana dijo...

Querido LÚZBEL, no se imagina lo quietecita que me quedo, lo PARALIZADA cuando noto que he vuelto a caer en un pozo de ésos.
No quisiera salpicar :)
Un beso grande, amigo.

jo, FORSI, qué comentario tan conmovedor y tan reconfortante!!
No se parta la cara ni nada parecido, que siempre pago con intereses y con pico de propina.
Muchas gracias, y un abrazote grande, con saltito y tal, para llegar :)
Gracias, querido. De verdad.

Otro para tí, LUNA.
No casco, de ésta tampoco.
Beso.

APRENDIZA, no me cabe duda de que el trabajo de "decapar" cebollas conmigo no tiene sentido.
Pero tampoco lo encuentro práctico. Habría que ser algo más... perra?
No lo sé, chica... tendré que madurar esta idea que me das y que tanto te agradezco.
Un beso, guapa, y muchas gracias.

DELI, cuido del bombero todo lo que puedo, se lo merece y mucho.
Lo que no sé es si no mandará la manguera a tomar por saco y se dedique al macramé... reconozco que agoto al sursum corda.
Cuídate, y me alegro de que las cosas vayan desenredándose.
Un beso, linda.

EL INSTIGADOR dijo...

Es bueno tener un bombero para salir de las cuevas, aunque salga caro.

Besos

Ana dijo...

Ya... lo bueno sería tener un poco más de picardía y que se metiera en las cuevas SPM, con perdón, no te parece???

Ay, señor instigador, qué vida esta, en la que nos faltan días para enterarnos de la diferencia entre ser buena y ser gilipollas!!!

No escarmiento, no escarmiento.

Besos también para vos.