Grietas


Cuando por fin tuvo la lucidez de mirar hacia afuera, dudó.
Demasiado tiempo poniendo parches para parecer aquello que quería ser y que no era, sujeto por andamiajes tambaleantes... había que salir a la calle.

Se afeitó con mimo y recordó que la única mujer por quien hubiera dejado el cálido nido de mami sin mirar atrás se mantenía inmóvil cada vez que realizaba aquel ritual mágico. Enjabonarse la cara, llenar de agua caliente el lavabo, contemplarse de esa guisa, desnudo, adormilado aún, frente al espejo, verla en segundo plano, callada, encantada, atenta a cada pasada de la cuchilla por su cara, conteniendo la respiración para evitar accidentes...
Sabía prolongar la liturgia para regalarle y regalarse miradas silenciosas y complicidad a raudales.
Indefectiblemente, tras el aclarado, ella restregaba la nariz por su cara qué bien hueles, a jabón, a limpito, a recién planchado, y se entregaban a un curioso intercambio de inspiraciones, en busca de olores nuevos, matices en la piel del otro, gruñidos de animalillos en celo y protestas por la dureza de esta vida que nos hace trabajar cada lunes y cada martes.

Se fue harta de afeitarse los cuernos, de reprimir las ganas de empitonarle la femoral, una buena cornada con dos trayectorias en el triángulo de Scarpa habrían hecho mejor justicia. Harta de comerse los faroles, las manoletinas y las revoleras, harta de sus cambios de tercio, de sus espantás, y de aquella horrible costumbre de torear-la con el pico, alejándola con la menor de las elegancias. Zafio.
Harta de escuchar los olés de sus palmeros, herida de muerte ya, dejó un leve rastro de Eau de Rochas en el ambiente y desapareció subida en unos tacones de vértigo.

Afeitarse recordando todo aquello fue dejando un par de surcos longitudinales que labraban el jabón de su rostro inexpresivo.
El hueco que ella había dejado a la izquierda del espejo le resultaba un abismo insondable.
Si no fuera porque era quien era, se podría haber pensado que tenía sentimientos, y que aquello era un llanto callado por quien le hacía sentirse bueno, cálido, humano.
Aprovechando que era abril, decidió diagnosticarse un potente acceso de alergia.

14 comentarios:

Aprendiza de risas dijo...

Dicen que a los hombres les cuesta llorar; sin embargo, lo que les cuesta es mostrarse muchas veces y dejarse llevar por las emociones.

Muá,

d2 dijo...

Bueno. Vale. Fantástico. Ya le tengo manía al del afeitado y me cae de PM ella. Pero… bien, vale, se que ya tocará pero es que tardas mucho….Gracias, es una gozada leerte siempre…
Un beso

NoSurrender dijo...

siempre hay una salida, claro que sí. Quién dijo que vivier es fácil? no, no es fácil. Pero es tan excitante como queramos que sea.

Besos, Tormento!!

Ana dijo...

APREN, no es que les cueste. Es que no se atreven.
Creo que los hombres de verdad, lloran.
Y se hacen blanditos, humanos, ciertos, tangibles y... y...
Se nota mucho que me gustan los hombres más que comer con los dedos??
Pues eso :P
El que no llora, además de que no mama, es tontolculo y reprimido.
He dicho!
Beso, hermosa.

DEDITOS... no me presiones, que yo escribo sobre la marcha, improvisando y tal... la historia surgirá si surge, pero no tiene un tiempo, ni tengo la más remota idea de lo que pasará...
Supongo que, como siempre, quedará por ahí, a medias... tengo cientos de folios, cientos de párrafos sueltos en word en varios ordenadores, en algunos pen drive... todo inacabado, como los cuadros de Leonardo da Vinci (con perdón por la odiosa comparación, soy una soberbiota) que dejaba de trabajar en ellos cuando conseguía resolver los problemas que planteaba.

Inconstante, caprichosa, dispersa, obsesiva... c'est moi.
Un beso :)

LAGARTO, hay dias que es excitante y otros que es una puta mierda, así de claro.
Pero lo importante es que SEA.
Besos grandes, querido.

Lúzbel Guerrero dijo...

¡Soberbio TORMENTITO!; ¡cómo me gusta cuando suelta la vena literaria!
Hoy, mientras me afeitaba, miré al coro de ausencias en el espejo, y no había alergia, sólo esperanza de nuevos rasurados, a contrapelo y a fondo

Ana dijo...

Me gustaría verle afeitarse, querido.

Usted sí que sabe mirar hacia adelante, es un tipo listo.

Los rasurados, a contrapelo y a fondo, sí señor.
Totalmente de acuerdo con usted :)
Un beso pre-navideño.

Lúzbel Guerrero dijo...

Espero pues que me dé el navideño, pero si no le importa, ese lo quiero en persona y en el morro
Pa ir calentando motores

d2 dijo...

Por el inmenso cariño y respeto que le tengo no le diré nunca lo que dijo Pau de usted al leer su respuesta a mi comentario.

Esta es una ………
Definición: Dígase de la escritora que tras mostrar su inmensa capacidad literaria de manera exacerbada, acaba por marcharse de forma vil y súbita dejando al lector con el “palo” más tieso que el mástil de una bandera.
Nota del autor: Tómese palo en un sentido figurado equivalente a interés…

Ana dijo...

LÚZBEL, le reservo uno, quiero pasar por Madrid en eso que llaman "entrañables fechas".
Beso, digo.
El rasurado con frio me resulta poco inteligente :P
Besooooo.

DEDOS.... no me lo digas, que lo tengo en la punta de la lengua....

CALIENTA"PALOS"??
Dígale a Pau lo siguiente:
ESO NO ME LO DICE USTED EN LA CALLE!!!
Ganitas de juerga tiene el personal :)
Beso, dos.

Max B. Estrella dijo...

¡PLÍÑ! un diez
Perdone TORMENTITO, pero era muy tentador y estoy recaudando

Max B. Estrella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luna dijo...

Mañana acabo por fin con las navidades.
Quiero decirte algo aunque sea con prisas.

Me gustan mucho los dos últimos, esa venita tierna es deliciosa.

Un abrazo navideño y fresquito a todos el que quiera recibirlo, evidentemente

Miss.Burton dijo...

Me dolió el texto. Lo leí varias veces, pero como todo me resultaba tan familiar, tan mío, pues no sabía como no vomitar una vez mas aquí los intestinos. Y me callé. Es que hay cosas de las que ya no puedo hablar, amores pasados que se clavan dentro de una y que no se marchan ni con el tiempo, ni con otros amores, ni con las ganas mas fervientes y potentes de mi alma. Pero esos olés, y ese hombre que por fin siente, y esa mujer que vive en espera... ufffffffff, me dolió demasiado.
Igual he interpretado el texto a mi manera, igual no tiene nada que ver el fondo, pero... el sabor final, agridulce, me lo se de memoria, y créeme, no me gusta saborearlo gratuitamente.
Un besazo fuerte, cada día escribes mejor, somujerona¡

Ana dijo...

DELI, todos tenemos un hijoputa de éstos, por suerte ya en el saco que acarreamos con recuerdos de diferentes clases...

Ya sé que duele, qué me vas a contar.
No te entretengas en esto, que no vale la pena.
Hacia adelante, nada más.
Un beso grande, sabes que te entiendo, pero no ahondes en la herida, déjala cerrar despacio, nunca en falso, y utiliza muuuucha cremita hidratante para la cicatriz ;)
Un beso.