A diseccionar, que es gerundio.


Tiene un amigo músico, tocador de varios instrumentos, trompetista de postín, amante del jazz sin solución, líder de su relativamente conocido (en selectos, progres y bohemios círculos de la crema de la nueva y burguesa intelectualidad ) grupo de jazz, director de orquesta de formación, sesudo profesor de conservatorio, director de la banda de su pueblo... nadie empezó en la Filarmónica de Berlín...

Al hablar de música, se pone intelectual que te cagas y dice unos palabros muy raros, identificando en qué tono se ha compuesto la pieza y en qué compás.

Ella, en un escueto castellano adornado por las limitaciones de su nula formación musical, señala sin afectación: es bonito, es feo, me sugiere prisa, enojo, energía, pasión, furia, melancolía, rabia, tristeza, pena profunda, felicidad, cachondeo, angustia...
Dice: esto no es de Fulano... me suena más a Mengano (son pruebas muy difíciles, porque ella de música sabe lo poco que aprende poniendo discos "a la aventura", y si le gustan repite, y si no le gustan, nunca mais).

Pontifica él: "Tú eres músico"
Responde ella, toda sesuda: "ein?"

Y sostiene con una birra en una mano, una patata frita en la otra y su hija subiéndose por su chepa de veraneante en bañador, que ella es músico porque "entiende" la música sin saber nada de ella, en el terreno teórico y técnico, supongo.

Ella simplemente cree que hay que tener orejas de madera para no aflojar el esfínter de manera inconsciente ante determinadas cosas. Y que no se mea encima porque, a pesar de todo, intenta ser una dama.

El quiere que ella aprenda música.
Ella quiere seguir sintiendo la música, sin analizarla ni destriparla, quiere mantener el misterio y la magia que hacen que unas simples ondas (?) la agiten entera.
El insiste.
Ella contraataca: ¿te llevo al Museo del Prado y te explico el Jardín de las Delicias, Las Meninas, los Rubens, los Tiziano...? Venga, y luego, antes del concierto, me das una lección magistral sobre lo que vamos a escuchar, con fusas y difusas incluídas... hay cojones?

El claudica: no me jodas, Anita, que te pones a hablar de diagonales, simetrías y rollos mitológicos y me jodes la visión!

Vale pues. Zapatero, a tus zapatos, somos unos garrulos jugando a saber mucho.





Los ojos de este hombre me tienen completamente gilipollas. Que conste en acta.

3 comentarios:

Los viajes que no hice dijo...

"No me jodas, Anita, que te pones a hablar de diagonales, simetrías y rollos mitológicos y me jodes la visión!"

¡¡¡Jajajajajajaja!!!

Fantástico. Fantástico. Tienes razón, tanta razón...

Miss.Burton dijo...

Bueno, yo siempre digo que cuando uno no tiene ni puta de nada, lo mejor que puede hacer, es callarse, porque sólo en el silencio logramos quedar como héroes, cuando las palabras nos dejarían mumal...
Pero como lo que me sobra, es verborrea, pues también intento hablar de todo, eso sí, no me la juego en música clásica, por ejemplo, ni en escritores de los que no tengo ni puta, ni en general, cosas de las que no tengo ni puta.
Eso sí, como me den un tema de los míos, ya pueden correr¡¡¡
Y coño, si lo importante es lo de complementarse, tiene que ser un rollo eso de saber los dos de lo mismo...
Y tu eres una dama.
Eso, que conste también en acta.
Bssssssssssssssssssss

Ana dijo...

VIAJERA, no sé si tengo o no razón, pero constato la triste realidad.

Cuando empecé a saber de arte, dejé de disfrutarlo, hasta que sabía tanto como para admirar la obra no sólo por lo que me transmitía, sino por el reconocimiento del trabajo que hay detrás.

Y sé que en la música, y en el resto de las cosas, pasa lo mismo, pero no quiero ponerme a aprender música y no disfrutarla durante ese tiempo de aprendizaje. No ahora.

Pero mi amigo tiene razón en no querer que le destripe Las Meninas, así que supongo que yo también tengo razón, porque es la misma motivación la que hace que no me ponga a ello.
Un beso.

DELI, nosotras por hablar, hablamos hasta de química orgánica sin saber de lo que hablamos, me temo.

en fin...
Beso:)