mememememememeeeeeeeeee


Bueno... una se había propuesto hoy escribir cayera quien cayera, que hay poco tiempo. No sabía muy bien sobre qué, la verdad, pero debo reconocer que tengo una suerte loca en los últimos tiempos, y ayer me regalaron un coche (palabra de honor) y hoy me endiñan un meme... la vida es así.

Como me lo envía mi Carlitos, y todito se lo consiento, voy a ser buena chica y a cumplir formalmente con mi deber de blogger de pro y a resolver este meme, que sin duda es el más raro con el que me he topado... pero así no nos aburrimos.

Bien....


- Color: Negro.En su defecto, rojo. Tonterías las justas.
- Número: El tres. Simply perfect.
- Un libro: joder... a bote pronto, las obras completas de Quevedo, sin anestesia ni nada.
- Una canción: Annie's Song en versión The Fureys. Ya sé que no es un himno histórico, ni pasará a la historia de la música. Pero me gusta, me reconforta y me da buen rollito. Para ponerme importante, cualquiera de Springsteen bien escuchada y mejor entendida.
- Comida: Horror... cualquier cosa. Soy una tripera, engordo hasta con la lechuga, y es porque lo disfruto tanto que... bueno, que me gusta todo, mejor pescado que carne, mejor vino que agua, me da igual un rodaballo salvaje en lecho de nosequé pollada que un huevo frito con cocletas. Capo a cualquiera que pretenda hacerme probar aves o caza, mi pajarofobia es harto conocida entre quien se sienta en la misma mesa que yo.
- Postre: Un cafelito con muuuucho hielo y un paquetetabaco, como mi Carlitos.
- Lugar: De verdad tengo que decirlo? Pues Madriz, joer.
- Película: Soy una blandurria. Como me emocionó el Cyrano de Depardieu no me ha vuelto a emocionar ninguna, aunque soy de cine clásico, blanco y negro, Cary Grant, Humphrey Bogart y eso.
- Cuatro coma siete es igual a ... a 4,7. Casi cinco. Si son orgasmos, de puta madre. Si es la nota de un examen, mal rollito.
- Momentos del día: Casi todos... el rato de la ducha, el del silencio nocturno, el de leer sin interrupciones, el del báter....
- Blogs, foros o chats: Blogs. Los foros están llenos de enteradillos que no tienen ni repajolera. Los chats son el tedio in person.
- ¿Te has sentido acosado virtualmente?: Jejejeeeeee... este es el quinto blog, si no recuerdo mal... sí. No es que me haya sentido, es que me han dao pol saco bastante. Y fíjate... sin embargo, no me he puesto nada diva... tenía que haber aprovechao el tirón, coño!!
- Un referente en tu vida: Jack the Ripper (permítanme... es un guiño al capullo que me ha endilgado el meme... hubo un tiempo en el que sin Jack, nuestras conversaciones hubieran sido imposibles)
- De ficción: Un héroe de ficción, quieres decir? No soy muy fanática, la verdad... me creo poco a estos tipos... digamos que como heroína, me mola bastante la Malena de Almudena Grandes.
- Tres coma ocho es igual a ... pues a 3,8, está claro. Si son orgasmos, vaya mierda. Si son puñaladas traperas, me mola más que 4,7 y en todo caso me cago en la madre que parió a quien tenga que asestarlas.
- Un cafe: Jo... pues otra vez, mucho hielo y con tabaco y conversación.
- Proyectos inmediatos: Es miércoles. Debería llamar a la fisio para que me mire el codo.
- ¿Eres feliz?: Importa? No puedo quejarme.
- ¿Te atreves a decir tu edad? Sí.

Seis cosas que te gustan:
- Que me quieras
- Escribir
- Sacarte una sonrisota así de grande
- El café
- Los cigarrillos
- Madriz
Estas tres últimas son copiadas de mi Carlitos, pero es que coincidimos, oiga!!
Seis cosas que no te gustan:
- Las mentiras, pero no es que no me gusten, es que me producen un estado de rebote que no perdono jamás.
- Los pantalones de tiro bajo.
- Que se tomen más confianzas de las recomendables.
- Las tijeras abiertas
- Las faltas de ortografía
- La comida basura
- Que puteen a mis amiguitos... uyyyy... eso sí que no me gusta nadaaaaa...


Deberes:
quedan nominados para futuros posts:
- El Lenguaraz, que está muy calladito
- Mi cocinero, que sé que utiliza productos de primera calidad
- Delirium, que ya está nominada... pero por si necesita un empujoncito
- Forsi, que le quedan niquelaos.

Hala...

Letras


-Cuándo vas a ponerte a escribir en serio? - me pregunta Luna como quien pregunta si tengo tabaco.
- ...

No lo sé. Ahora tengo ganas, pero no tengo historia.
O quizá la historia que me gustaría contar no tiene trama, no tiene lógica, no tiene consistencia, no tiene sentido, quizá porque existe realmente, y la realidad supera siempre a la ficción.
Me gusta escribir, pero no tengo paciencia para esperar a ver cómo toma cuerpo una historia. No tengo disciplina para ser yo quien le dé forma, ni tengo recursos para convertir un post en un par de cientos de páginas... soy rápida, impaciente, resolutiva. No creo que me salga nunca un montón de folios con pies y cabeza.
De lo otro, tengo kilos de papel que ya toca quemar... y llega San Juan, y va a ser este San Juan, porque ya caducó un período.

Me gusta escribir, pero no soporto leerme.
Tié cojones la cosa...





Dolcezza


... a mí tampoco me interesan los días pasados si no es para recordar los momentos en los que logré un esbozo de sonrisa levemente apuntada en tus ojos imposibles.
Tampoco me interesan los días pasados sino en su calidad de pasos que me aproximaron a tí con un tempo insoportablemente lento, y que sólo tuvo sentido cuando dejé de tener prisa y aprendí a disfrutar del laberinto que tú eres, de las vueltas que me haces dar, de lo difícil que me resulta no apasionarme y ser cerebral, y razonar con lo que tengo encima de los hombros, y no con alguna víscera de las partes blandas.

Quizá me interesan algunos días pasados que atesoro y manoseo poco menos que a diario para tenerte presente. Días en los que tu calor trascendió hasta el punto de que lo rememoro y no quiero abrir los ojos y no verte.

Me interesa lo que me cuentas, lo que me lees, lo que me das y lo que me dosificas, me interesa ver que ahora, a veces, cantas.
Que ahora, a veces, ríes abiertamente, bajas la guardia y eres tú, grande, entero, cierto y mío.
Sí... yo también me sorprendo deshaciéndome de mi armadura, con la necesidad imperiosa de mostrarme ante tí sin nada que no sea mi yo más despojado de cualquier artificio.


No me interesan los días pasados en los que no estabas.
Me apasiona esta labor de hormiguita laboriosa, construyendo despacio, intentando no dar un paso en falso, intentando que nada duela, conciliando desatinos y alegría, compartiendo sartenes y copas de vino, delantales, sábanas y pinzas de la ropa.

Me gusta tenerte en casa.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Dana



Ella tiene treinta años.
Es alta, rubia, guapa, con el pelo siempre recogido en una coleta y el óvalo del rostro adornado de mechoncillos en forma de muelle. Es todo dulzura.
Tiene las manos siempre hinchadas y enrojecidas. El amoníaco no es el mejor compañero de juegos de manos, no. Pero ella asegura que no hay mejor potingue para limpiar.
Guarda su paquete de tabaco en mi casa. Al fondo del armario de las tazas, encima de la pila de los platos del desayuno. Su marido no la deja fumar en casa (?)

Es la jefa de mi casa, la intendente, la que pone orden, la que trae la alegría ingenua y las palabras mal pronunciadas. La que nos regaña por desordenadas y nos pone a trabajar. La sangre azul de algunas se solivianta: no sé para qué viene, si al final trabajamos nosotras. Una princesa de siete años no debería ser tan soberbia, pero de eso hablaremos otro día.

Tiene la fea costumbre de poner la tabla de cortar encima de la nevera. No me importaría si no fuera porque ni elevando el brazo y poniéndome de puntillas llego a la puta tabla. Siempre se lo digo. Siempre se descojona. Siempre vuelve a hacerlo.
Las princesas dicen que Dana no guarda. Esconde.
Es cierto.
Es magnífica.

Me pide libros y pelis, me dice: por qué no me corrijes cuando digo las cosas mal? Y me lo dice en jarras, esperando que la responda... pues no la corrijo porque la entiendo perfectamente, y porque su esfuerzo para mí es mucho más importante que el resto de cosas que hace.

- Siéntate, tienes ojeras... yo lo hago todo. Tú, sólo café para las dos.
- Vale. Eres un ángel, Dana.
- Y tú eres fuerte pero chiquita... eres como un hombre y una mujer juntos.
- Joder, Dana!!

Hoy, con el café, me pregunta si estoy enamorada.

- Sí. Hasta las trancas. Por qué lo dices?
- Yo no estoy enamorada. Trancas? Qué es trancas?
- Pero si te casaste el verano pasado, niña!!
- Ya lo sé... es que... ocho anios juntos, mi familia me mata si no me caso.
- No me jodas, por favor!!


A partir de aquí me he tomado el café más amargo desde hacía ya tanto tiempo...
Revivir la sensación de no existir para otro, de que no te escuchen ni te hablen, de que no importe lo que pienses o lo que sientas, ver en su mirada suplicante y desencantada de repente, joder, qué buena actriz ha sido todo este tiempo, que entraba cantando y lo hacía todo cantando, jugaba con las niñas y me daba palique... qué tremendo! ver en esa mirada un "qué hago?", un "cómo salgo de aquí, cómo me libro de alguien que me estorba, me desautoriza, me ridiculiza por querer leer o ir a un museo..."

- Ojalá encontrase a otra y me dejara...
- Eso decía yo...
- La encontró?
- No la buscó. Busca tú a alguien que te haga sonreir...
- No me fijo en nadie, siempre voy mirando al suelo.
- Bueno... no te preocupes, a veces te llueve del cielo un milagro, a mí me pasó, aunque tiempo después.
- No sé... cada vez estamos más lejos
- Las mismas palabras, la misma sensación...
- Es bueno, trabajador...
- Síííí, claro... y no te pega, y te trae todo el dinero a casa, como decía mi suegra, no?
- Lo dice mi madre.
- Mándalos a todos a tomar por culo. Vive. Haz lo que necesites hacer para sentirte viva, útil para tí, no para nadie más, coño.
- Hablas muy mal cuando te tocan el corazón, Ana.
- Pues no me lo toques, Dana.


Total... ella, la alegría de mi casa, mientras me escuchaba atentamente, ha visto cómo caían en mi café un par de lagrimones... y rápidamente me ha acercado un papel de cocina para los mocos.

Yo quería hablar hoy de un cruce de caminos en el que me encuentro y que puede ser decisivo para el resto de mi vida... o no. Tenía mi post amasado en el fondo del bulbo raquídeo, o por ahí... en algún extremo, por supuesto y como siempre.

Sin embargo... hay volteretas repentinas que te parten en dos y te hacen mirar hacia afuera y te obligan a recordar, que es mirar hacia adentro pero profundo, muy profundo, es mirar sin querer, encontrar lo que quisiste y no pudiste olvidar.

Y entonces, y sólo entonces, te das cuenta de que aún no hemos aprendido a ser generosamente egoistas, y que no entendemos que la caridad bien entendida empieza por querernos primero a nosotras.
Y siempre acaba siendo demasiado tarde.

M'aburrrrrrroooooo


Creo que en cualquier momento empezaré a levitar.

Creo que me estoy volviendo excelsa, porque me veo así como si nada me tocara, como si todo lo humano me fuera ajeno, como que... no es que me escaquee, sino que no consigo implicarme, que no me importa, que ando muy metida yo en querer saber y querer aprender y no salgo de ahí.
Que todo me la pela. Con perdón, pero así es.

Será pedantería? Igual me hacen falta dos yoyas!! Por favor, avisen si el diagnóstico es correcto, y si es menester lo de las yoyas, no se corten.

Es que... joder, me niego a creer que el resto de la vida es tan gilipollesco, tan ruin, tan rastrero, tan poco enriquecedor y tan miserable como los últimos capítulos.
Palabrita.
Se pasa una media vida matando tontos y no es hasta entonces cuando se da cuenta de que aunque tuviera cien vidas, no podría acabar con ellos... un tonto hace ciento... lo decía uno de los varios tontos de mi pueblo...

Dos días más como estos últimos, y me dedico a copiar poemas.
Lo juro.

Repetimos!


Tengo una cantidad ingente de cosas en que pensar. Cierto es que, además de pensarlas, tengo que solucionar la mayoría de ellas.
Demasiadas cosas, de verdad.

Pero como Murphy siempre fue una constante en mi vida y además soy una devota del refranero español (léase que a perro flaco todo se le vuelven pulgas) pues los problemas no vienen solos, sino con las correspondientes alcahuetas.

Vamos a ver si me explico, porque veo que el otro día no se me entendió bien...

Que no quiero COntarle mi vida a nadie.
Que no me interesan los COmadreos, ni los COtilleos, ni los COrreveydiles ni que me den el COñazo.

Que no cuento mi vida, que no revelo secretos, que no me gusta que me inmiscuyan en intrigas, que esto es un blog y es aire, que puede O NO ser verdad lo que escribo, que si lo es o no lo es, nadie tiene derecho a pedir más detalles.
Que no caigo en el juego fácil y sentimental de que me caiga bien quien dice que me adora sin saber ni de qué color son los zapatos que llevo.
Que no traiciono. Que no pido a mis amigos (claro... aquí viene la eterna discusión de qué es para cada uno un AMIGO) que traicionen a otros amigos... por si acaso van y lo hacen... no sea que luego la siguiente sea yo. Mujer precavida, y todo eso.

Que no, que no estoy para ese tipo de juegos. Que son cuarenta, de verdad, diga Satán lo que quiera.

Tengo libros por leer, un par de hijas que ver crecer, amigos que cuidar, pareja que mimar, alumnos por enderezar, un inspector a quien dejar boquiabierto, cientos de exámenes por corregir, un estado financiero por aclarar, cansancio para regalar, sueño, que ya me gustaría que fuera aceite de oliva, o en su defecto, petróleo...

Tanta alabanza, tanto halago, tanto palabrerío mal hilado, tanto atentado a la más básica sintaxis... tanto peloteo infantil, a tu edad... me cambias información por chuches, o qué?? tanta falta de ética disfrazada de psicología de bareto... es simplemente impresentable.
Tía, ponte una pelu y deja ya de dar la murga y de tirar de la lengua a otros... acabas delatando a la gente, y eso al final te dejará sola.

No me hagas utilizar tus mismas armas, que soy muy perfeccionista y lo acabaré haciendo mejor que tú. Atiende a tus asuntos. Te sorprenderías si vieras lo bien que me apaño para resolver los míos.

Moleskine


No sé en qué momento fue, pero esta manía mía de comprar compulsivamente libretas, bolígrafos y demás aperos de escritura, me llevó a comprarme una Moleskine hace algunos meses... quizá ya hace un año... casi con toda seguridad.

Empecé a tomar apuntes de algo que leí y que luego deshice, reordené, añadí... y que se convirtió en un libro que debe de estar a punto de salir a la calle.
Los apuntes de aquello fueron arrancados de la Moleskine y entregados a mi gato con botas... supongo que ya duermen el sueño de los justos, que es lo que era justo.

Después, algunos párrafos que sirvieron para cerrar algunas heridas abiertas.
Después, el olvido.

Y después, pegamento y tijeras para ir dejando constancia de que he ido y venido, he visto, entrado, olido, comido, bebido, sentido... y la Moleskine se ha convertido en un cuaderno de viaje de aventurera intrépida con rimmel y labios pintados. En la mochila suelo llevar zapatos de tacón que escasas veces salen de su sitio.

En estos momentos, la pobre Moleskine tiene dentro como tropecientos folletos, entradas y visitas a monumentos, a iglesias y catedrales, a museos, entradas de cine, de teatro, billetes de tren y avión... y ligeros párrafos que intentan reflejar qué pasaba por mi cabeza y por mis vísceras en aquellos momentos. Y no siempre es todo hermoso y cursi, que he llegado a visitar el Museo del Orinal de Ciudad Rodrigo, eh?? Ha habido tiempo para todo, y quiero que así sea.

Esta noche pensaba sentarme con mi barra de pegamento y mi pluma a escribir, cortar, pegar... pero tengo pereza. Así que dejo sólo un ligero propósito de continuar con esta especie de cuaderno de viaje/base de datos/crítica gastronómica feroz, registro de eventos y epistolario íntimo y personal, declaración de amor a la carretera, a los raíles, al aire, a quien pintó, a quien esculpió, a quien coleccionó, aunque fueran orinales, a quien nos recibe y nos acoge por esos mundos de dios, a mi madre, que no hace de Celestina pero sí de canguro voluntario para que yo "me vaya donde me dé la gana", a mis hermanas, que alivian a mi madre de la responsabilidad de las princesas en patines, a mi padre, que las lleva a comprarse libros y cuentos, a mi compañero de viajes físicos y astrales, que me lleva de la mano, ni un paso por detrás ni uno por delante (tanto pedí alguien que me tratara como a un igual...) y a mí misma, porque de pequeña siempre me soñe así de movida, de inquieta, de ilusionada, de curiosa, de bien acompañada, de bien querida, de considerada, de entregada, de agradecida.
Tan agradecida...

Que han tenido que pasar cuarenta tacos?? Bien pasados están. Nunca es tarde si tienes pies para caminar y sentidos para disfrutar hasta del último rayo del sol de cada día.