Hay días largos como semanas.
Mi hija mayor se ha abierto un blog en el que rumia la forma de reciclar el CO2 del ambiente y generar energía partiendo de ello. Como sólo tiene la idea y es incapaz de desarrollarla, se enfada. Pero es que si consiguiera desarrollarla a su edad, yo me caería redonda al suelo.
Mi hija pequeña confiesa que de hacer "la rueda" le duele "aquí, aquí, aquí... es que me caí muchas veces".
Tantas veces se cayó que está contracturada por donde la toques. Paracetamol, almohadilla caliente, masaje...
El hombre de mis sueños, a quien extraño a tiempo parcial, hoy no me extrañaba.
Tengo también una cierta sensación de pérdida. Y sé que soy injusta por sentirme así. Debería alegrarme y sin embargo siento que pierdo algo. Eso no hay quien lo amortigüe, aunque se agradece la intención.
El resto del día se compone de silencios variados y muchos bostezos.
Me resigno a acostarme con las manos vacías... mentira. No me resigno.
Lo cierto es que me entran ganitas de ponerme un copazo que no me resolvería nada.
El sobreesfuerzo de hacer de padre y madre sin saber a quién ladrar me agota.
No me va a quedar más remedio que intentar creer en la reencarnación, por si hay suerte y me toca volver a ser persona.
Con estas cartas, hay que estar permanentemente jugando de farol.
Tres sotas. La cuarta carta debería ser un as...
Salga la carta que salga, los pares y el juego están resueltos.
Y salga la carta que salga, esto es lo que hay.
Mi hija mayor se ha abierto un blog en el que rumia la forma de reciclar el CO2 del ambiente y generar energía partiendo de ello. Como sólo tiene la idea y es incapaz de desarrollarla, se enfada. Pero es que si consiguiera desarrollarla a su edad, yo me caería redonda al suelo.
Mi hija pequeña confiesa que de hacer "la rueda" le duele "aquí, aquí, aquí... es que me caí muchas veces".
Tantas veces se cayó que está contracturada por donde la toques. Paracetamol, almohadilla caliente, masaje...
El hombre de mis sueños, a quien extraño a tiempo parcial, hoy no me extrañaba.
Tengo también una cierta sensación de pérdida. Y sé que soy injusta por sentirme así. Debería alegrarme y sin embargo siento que pierdo algo. Eso no hay quien lo amortigüe, aunque se agradece la intención.
El resto del día se compone de silencios variados y muchos bostezos.
Me resigno a acostarme con las manos vacías... mentira. No me resigno.
Lo cierto es que me entran ganitas de ponerme un copazo que no me resolvería nada.
El sobreesfuerzo de hacer de padre y madre sin saber a quién ladrar me agota.
No me va a quedar más remedio que intentar creer en la reencarnación, por si hay suerte y me toca volver a ser persona.
Con estas cartas, hay que estar permanentemente jugando de farol.
Tres sotas. La cuarta carta debería ser un as...
Salga la carta que salga, los pares y el juego están resueltos.
Y salga la carta que salga, esto es lo que hay.
15 comentarios:
¡PLÍÑ!
Exacto, esto es lo que hay; con estos mimbres, yo no haría nada, pero una madre es otra cosa.
Mi madre hacía milagros, y luego aprendí que es una cualidad extendida entre estos maravillosos especímenes que son casi todas las mamás. Ánimo, que estamos todos igual.
Vale, me animo, pero recuérdeme que le enseñe a jugar al mus.
Un beso.
Estas guapisima de castaño oscuro es el color que te queda mejor.
Espero no comentar en el blogs de tu hija.
Thanks, PATITO.
Probé con el rubio platino, pero no me sentaba bien :P
El blog de mi hija es insultantemente preadolescente con rasgos de niña repelente.
Todo un cóctel.
Un beso.
No sé jugar al mus, pero con tres jotas y dos reinas tiene usted un full de jotas, que es algo muy alto y con grandísimas posibilidades de ganar la mano... ¿ve como tres jotas son difíciles de superar?
Un abrazo.
El hombre de tus sueños tiene que extrañarte no sólo cada día, sino cada puto minuto que pasa sin ti. Así que ya le estás dando un cursillo acelerado de "extrañamiento". ¡Y que lo apruebe con matrícula!
Y no estoy de acuerdo: el juego nunca está resuelto. No se resolverá hasta que no nos saquen a patadas de este mundo. Así que sigue barajando.
¿Creer en la reencarnación? Ays, Ana, ni de coña. ¡Carpe diem! Porque, además, ¿mira que si te toca reencarnarte en salamandra? :P
Y ladra si te alivia aunque sea a las paredes. Ya, no es lo mismo. Pero siempre puedes echarle imaginación.
Cuídate, hermosísima, y ¡un beso enorme!
MILORD, le agradezco el punto de vista.
Intentaré ser positiva...
Pero sigo pensando que tengo malas cartas, lo cual no quiere decir que no las vaya a jugar como una campeona.
Un beso grande:)
Ay, ANTI!!
Me encantaría ser salamandra... anfibia, sangre fría...
Ya hablamos.
Un beso.
Ana ser madre a tiempo completo es un rol agotador.Sí.Héctor no entiende que llegue de Madrid, de resolver el mundo o de revolverlo y que me cueste comprender sus poemas.Luego me enfado conmigo y me digo que a quién le voy a contar esta noche de mi dilema , de mi inquietud, de mi poema diario que es convivir y arriesgar.Me digo:"Yo necesito creer y crecer para y con alguien".
Extraño a ese hombre sin medida.Porque el tiempo le hace.
Ya sabes.
Te quiero guapa!
Sabes lo que creo que hace el tiempo?
El tiempo es un cabrón.
Nos enseña lo que mola nuestro armario del baño lleno de potingues, sin sitio para una maquinilla de afeitar.
Nos enseña que ponemos en las paredes los cuadros que queremos, que apretamos el tubo de pasta de dientes por donde nos da la gana, que si nos apetece dormir con pijama de cuello vuelto podemos hacerlo sin reproches, que planchar menos es mejor, que comer "cualquier cosa" no tiene precio, que tener una cama inmensa cuando sólo tienes sueño es LA BOMBA.
Nos enseña a ser cada vez más exigentes y más incapaces de compartir de manera bidireccional.
Nos enseña que para lo que sirven, al final, mejor temporeros.
Nos enseña a vivir solas, quejándonos.
El tiempo?
Un cabrón.
El hombre que necesitamos ya no existe, nos lo hemos cargado nosotras.
Cuídate, y escucha con deleite los poemas de Héctor.
Es lo que tenemos.
Un beso grande.
¡PLÍÑ! un diez
¡¡UYYYY, está mutando!!, se está convirtiendo en un tío
¡Bienvenida al club TOTMENTITO!
Si le cuento mi mutación no se la creería... ayer, para otros menesteres, estuve escribiendo sobre eso.
Sí... tenía que haber sido hombre, y la madre naturaleza me la jugó pero bien.
Ahora, siendo un tiarrón, me gustan los tiarrones... no es un drama??
Un beso :P
Con tres sotas, arbolillo, cortamos y vamos a por todas. Órdago a la grande.
Y cuando tengamos que reencarnarnos, que nos den el papel que sea, que da igual, que jugaremos de nuevo las sotas con todas las ganas. Siempre.
No retreat, no surrender.
Besos.
Bueno, Lagarto, si te tengo enfrente será estupendo, porque tú tienes medias de PITOS!!
Ganamos los pares y la chica, y con que me cayera a mí un pitín... el juego también.
Da igual... hay que jugar con lo que venga, tienes razón.
De todos modos, no pensaba darme por vencida... sólo un momento, un descanso de veinticuatro horitas.
Gracias, Lagarto, me gusta la seña.
A la mano con un pimiento. Ni mus ni pollas. (Se sigue jugando así, verdad?... ayyyyy)
Un beso enorme.
Tu hija es fantástica.
Hoy es una idea descabellada, pero... ¿mañana?
Hace poco le dije a mi hijo que estudiara el comportamiento de la fotosíntesis. Estamos forzados a imitar la naturaleza, tanto en el aprovechamiento de la energía como en su producción.
Deja que se enfade, lo que no debes es dejar que se obsesione. Explícale que la misma conversión de CO2 a O ya es producir energía, tal vez eso le de nuevas ideas.
Jóvenes como estos consiguen que, aunque veamos el futuro con incertidumbre, creamos que hay una esperanza.
No te creas que por ahí fuera es mejor...todos participamos en la carrera lo mas comun es encotrarnos averiados y sin repuesto...lo mejor es buscar la vidilla existente en el entorno mientras llegan los repuesto...la espera se hace menos larga...bueno es lo que acostumbro hacer yo, aunque aveces solo se me ocurre hechar la siesta.
Un petó
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